miércoles, 9 de septiembre de 2015

LOS IRREGULARES POR KIKE FERRARI



Dura como un martillo, filosa como una hoz 
Kike Ferrari


These youngsters, however, go everywhere and hear everything. 
They are as sharp as needles, too; all they want is organisation. 
Arthur Conan Doyle


I
¿Dónde están los rusos?


-No se haga golpear más. No es que no me gus- te, eh. Créame, lo estoy disfrutando. Pero es inútil. Ya le rompí una pierna, varias costi- llas, la nariz, le bajé unos cuantos dientes. Vamos, hable que se
nos acaba el tiempo: dígame dónde están los rusos. — ...
—Uffff, Me había advertido el Profesor que iba a poner- se duro. En fin, peor para usted.
—Tu jefe... no pudo matarme ni... ni con la ayuda del otro imbécil aquella vez... en la cascada.
—¿Y quién dijo nada de matarlo? Usted ni se imagina lo que le espera. La paliza que le di hasta ahora ha sido un paseo por el campo comparado con lo que le tenemos prepa- rado. Así que, última advertencia, mejor hable: dónde están los rusos. 

martes, 8 de septiembre de 2015

DRÁCULA. AÑO CERO (AVANCE)

Rematando el libro sobre Drácula que tan brillantemente ha escrito Antonio Sachs y ha ilustrado el insigne Francisco Jose Asencio Ibañez Ibañez. Y que estará a la venta en la web el 1 de octubre. Mirad y flipad con lo que vamos a regalaros si lo compráis en la web.


lunes, 7 de septiembre de 2015

LOS IRREGULARES SEGÚN RODOLFO SANTULLO


El niño al otro lado de la tapia
Rodolfo Santullo

Wiggins se caló la gorra de paño ajada que le cubría la cabeza. La noche estaba helada y sentía en la piel, en los huesos, y en el cuero cabelludo, que era perforado por mil agujas invisibles. La niebla le cubría como un manto húmedo y no le dejaba ver más allá de dos pasos adelante. Los cascos de los caballos permitían adivinar su existencia y ubicar sus vagas siluetas cuando pasaban tirando de sus carros como fantasmas en la espesura blanca.
Como si la noche no quisiera más que recargar mi mal ánimo, refunfuñó Wiggins para sí. Combatió la sensación apretando el paso y volviendo puños sus manos en los bolsillos de su abrigo raído. Cruzó a paso vivo Portman Square y las farolas le jugaron malas pasadas con las sombras de los escasos transeúntes que se cruzó. No era tan tarde, pero la pesada niebla se había encargado de que casi todo el mundo se metiera veloz en sus casas. Todos menos los que caminaban con prisas, deseosos de salir de la calle de una buena vez. Todos menos los que, como Wiggins, tenían trabajo que hacer. Hay tareas que no se pueden hacer sino por las noches. Tareas que la misma niebla, la soledad y las sombras ayudan a realizar. Wiggins tenía por delante una de esas tareas. Wiggins iba a escuchar a un fantasma.


jueves, 3 de septiembre de 2015

MICRORRELATO VLAD DRACULEA

Monasterio de Snagov, al norte de București, año 1931


La piedra de mampostería cede finalmente y la nube de polvo blanco envuelve el altar de la capilla como niebla seca; una bruma sin rastro de vida.
La oquedad bajo el suelo emite un hondo gemido, exhalando su pútrido aliento subterráneo.
A continuación, la losa sepulcral es apartada con prontitud por los ayudantes del reputado explorador que dirige la excavación. Ambos hombres respingan a causa del esfuerzo, maldicen por lo bajo y arrugan los ceños en un vano intento de lidiar con la fatiga y el sudor.
En un momento dado, se detienen; sus intenciones congeladas, casi inertes. La nube de polvo se ha desvanecido al fin y los ayudantes no dan crédito a lo que están observando. El reputado explorador les imita y maldice a su ilustre modo. Los funcionarios del gobierno, inquietas estatuas a sus espaldas, entre ellos el secretario del alcalde y algunos representantes de la ley, se adelantan para alimentar su curiosidad pero transcurridos unos instantes todos empiezan a desconfiar entre sí.
El monje allí presente indica paciencia.
Pero nadie consigue seguir su ejemplo, nadie es capaz de mantener la calma.
El misterio, apenas desvelado, se adueña de la escena, de sus conciencias, y todos son testigos de su propio desconcierto.
Entre la creciente confusión, aflora una única certeza: los huesos que ocupan la tumba del antiguo voivoda, conocido como Vlad Draculea, no son humanos…

Ilustración de Francisco José Asencio.

Si compráis el libro en la web tendréis como regalo dos láminas exclusivas con dos microrrelatos inéditos de Antonio Sachs.

Sólo hay 40 láminas de cada una. Os lo advertimos. 

A LA VENTA EL 1 DE OCTUBRE



martes, 1 de septiembre de 2015

LOS IRREGULARES POR CARMEN MORENO


Dibujo del artista gaditano McNolo Moreno



Los irregulares & Jack
Carmen Moreno
Hacía una hora que los trabajadores se habían marchado. Llevaban meses trabajando en la City & South London Railway. Todas las tardes,a las cinco, volvían a los lúgubres hostales, en los que cuatro o cinco hombres compartían una pequeña habitación oscura, con paredes cubiertas por la suciedad de sus cuerpos, el moho que crecía a orillas del Támesis, y la despreocupación de su dueña. Justo una hora después, los seis chicos ocupaban uno de los pequeños túneles excavados.
Ataviados con abrigos viejos que usaban a modo de cama, y las escasas vituallas con las que habían podido ir haciéndose a lo largo del día, tomaban posesión de los espacios que iban ocupando en silencio.
    —Muy bien —dijo Wiggins—, poned aquí lo que hayáis conseguido. —Señaló su abrigo con la mano.
Samuel dejó con cuidado un pan que aún olía a leña, robado de la tienda de la señora Magpie, una vieja de nariz aguileña que, alguna vez, la había emprendido a golpes con el pequeño Dalfied.
    —Esa vieja urraca se lo merecía —dijo Samuel ante la atónita mirada de sus compañeros. 

lunes, 31 de agosto de 2015

LOS IRREGULARES SEGÚN ELIA BARCELÓ


Imagen del artista gaditano McNolo Moreno y que será
sorteada entre los compradores del libro en la preventa.



Una mujer respetable
Elia Barceló

Acaso sorprenda al lector que esta humilde crónica, aunque referida a nuestro admirado Sherlock Holmes y escrita en primera persona, no se deba a la pluma del merecidamente famoso doctor Watson, sino a la mucho más modesta de este servidor, M. Wiggins, que en su juventud, tanto tiempo atrás, tuvo el honor y el privilegio de ser algo así como el capitán de los Irregulares de Baker Street.
En la época a la que se refiere mi relato, yo debía de tener unos catorce años, aunque la vida en las calles y la dura lucha por la supervivencia me habían forjado hasta el punto de que parecía bastante mayor, casi un hombre adulto. Sin habérmelo propuesto nunca, había conseguido reunir a unos cuantos chicos tan desgraciados como yo, pero más pequeños, en una especie de familia que nos permitía comer casi todos los días y que, gracias a nuestro empeño en luchar juntos, y a trabajillos sueltos que el señor Holmes nos encargaba, nos daba también una sensación de unidad y pertenencia que nunca antes habíamos tenido. 




*Si queréis saber más de la preventa de Los Irregulares debéis escribirnos a cazadorderataseditorial@gmail.com

jueves, 27 de agosto de 2015

LOS IRREGULARES DE ÁNGEL OLGOSO

Conoce a los autores que participan en esta antología y cómo comienzan sus cuentos. Es decir, conoce más cosas de esta antología.
Y recuerda que puedes apuntarte a la preventa de esta antología hasta el 1 de septiembre y no sólo disfrutarás de un gran descuento sobre el PVP, sino que recibirás tres postales únicas y entrarás en el sorteo de una lámina original del artista gaditano McNolo Moreno: Wiggins único.
Podéis escribirnos a cazadorderataseditorial@gmail.com y os diremos lo que debéis hacer para participar en la preventa.




El Lecho Celestial del Doctor Graham 
Ángel Olgoso
I

En el gabinete de trabajo del 221b de Baker Street reinaba el silencio aquella noche de invierno, a excepción del crepitar de las ramas de enebro en el fuego. La tormenta había cesado, la señora Hudson abrillantaba las tulipas flamígeras mientras canturreaba para sí Paddy me está guiñando el ojo, la Tierra giraba, el co- razón de lord Byron latía en su urna de la iglesia de Hucknall, ciertos viajeros tomaban asiento en el correo de Edimburgo, el recipiente portapipas de raíz de brezo bostezaba, volvía el dolor a los heridos en la batalla de Balaklava, y la luna extraía reflejos metálicos de los adornos en los arneses de los carruajes y de los ojos de un rastreador de cloaca que asomó de pronto la cabeza sobre los adoquines del Strand. 







Ángel Olgoso




Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Granada. Miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada y de la Amateur Mendicant Society de estudios holmesianos, Auditeur del Collège de Pataphysique de París, y fundador y Rector del Institutum Pataphysicum Granatensis, donde ha otorgado el rango de Sátrapa Trascendente −entre otros escritores y artistas− a José María Merino y a Umberto Eco.
En 1991 publicó Los días subterráneos, primer libro de relatos al que seguirán en este género La hélice entre los sargazos (1994), Nubes de piedra (1999), Granada, año 2039 y otros relatos (1999),1 Cuentos de otro mundo (1999, 20032 y 20133 ), El vuelo del pájaro elefante (2006), Los demonios del lugar (2007),4 Astrolabio (2007 y 20135 ), La máquina de languidecer (2009),6 Los líquenes del sueño. Relatos 1980-1995 (2010),7 Cuando fui jaguar (2011), Racconti abissali (2012),8 Las frutas de la luna (2013),9 Almanaque de asombros (2013),10 Las uñas de la luz (2013)11 y Breviario negro (2015).
Muchos de sus relatos han sido traducidos al inglésalemánitalianogriegorumano y polaco y han sido recogidos en más de cuarenta antologías sobre el cuento, entre las que destacan: Pequeñas resistencias. Antología del nuevo cuento español (2002),12 Grandes minicuentos fantásticos (2004),13 Perturbaciones. Antología del relato fantástico español actual (2009),14 Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (2010),15 Aquelarre. Antología del relato de terror español actual (2010),16 Cincuenta cuentos breves: una antología comentada (2011),17 Antología del microrrelato español. 1906-2011 (2012)18 y Cuento español actual (1992-2012) (2012).19
Está considerado por la crítica especializada como un maestro del cuento, «uno de los autores de referencia del relato breve y fantástico en español»,20 del que se ha resaltado su «capacidad verbal e imaginativa que es una excepción en la literatura que ahora mismo se escribe».21 En este sentido Irene Andres-Suárez destaca que «la narrativa de Ángel Olgoso constituye un verdadero despliegue de talento, originalidad y perfección y se sitúa en la línea de aquellos autores que no han necesitado cultivar la extensión para ser reconocidos como grandes escritores, me estoy refiriendo a Jorge Luis Borges o a Anton Chéjov, por citar dos ejemplos señeros y, por lo tanto, ya va siendo hora de que se le preste la atención que merece. Al margen de las modas y de las corrientes imperantes, Ángel Olgoso ha sabido forjarse, con tenacidad y exigencia extremas, un mundo propio dentro de la tradición literaria y someter la lengua a su máxima tensión verbal hasta llevarla a su punto de incandescencia. Con ello, no sólo ha conseguido iluminar con una luz distinta los temas que le interesan, sino convertirse en un prosista sobresaliente y en uno de los más destacados autores de cuentos y de microrrelatos de la literatura española actual». Otros han afirmado al respecto que estamos ante «un escritor de la estirpe de Borges y de Felisberto Hernández, de los que poseen una abrumadora capacidad de fabular y de resumir la vida, y sus enigmas, en dos páginas. Estos cuentos, de cuentista estricto, en los que hay una alquímica fusión de realidad y ficción, con ese extrañamiento feliz que redondea las narraciones, dan una idea de su imaginación, de su elegancia narrativa y de sus variados recursos», resaltando que nos encontramos ante «un autor casi secreto y sin embargo deslumbrante», ya que «la obra de Olgoso despide el aroma y el sabor de esa fórmula que creíamos perdida: la felicidad de la pura literatura», debido a que su producción «tiene la capacidad de contarnos cada relato como si sintiéramos que está construido para nosotros, tallado en exclusiva como una piedra preciosa». En definitiva, la crítica literaria se ha hecho eco de que «Olgoso escribe desde la perspectiva de quien percibe la extrañeza del mundo. Lo fantástico, la historia, las mitologías, un lenguaje evocador y exacto que esquilma las posibilidades léxicas del castellano, el eco de autores imprescindibles −Borges, Calvino, Cunqueiro, Kafka, Perucho, Cortázar−, la subversión de las reglas que gobiernan la realidad: todos estos elementos contribuyen a crear una atmósfera donde conviven el estremecimiento y el goce estético»,22 por todo lo que han venido a señalar a Olgoso como «urdidor de un cuidado y original clasicismo, [del que] algunos de sus cuentos han merecido ya la calificación de “obra maestra” en un suplemento cultural». Su última obra, Las frutas de la luna, es para José María Merino «un libro fuera de lo común en todos los sentidos».
En la encuesta que El síndrome de Chéjov realizó a críticos, autores, libreros y editores sobre los libros más destacados de relatos publicados en España entre 2007 y 2012, Ángel Olgoso fue el autor más valorado, junto a Alice Munro y Juan Eduardo Zúñiga.
En 2014 publicó Ukigumo,23 un libro de haikus que permanecía inédito desde 1992 y con el que retoma el género poético que cultivó en sus inicios literarios de los años setenta.
Además ha colaborado con relatos y crítica literaria en revistas como: QuimeraNayaguaLitoralClarínNuestro TiempoLetra ClaraFiccionesWadi-as Información y Mundo Hispánico, así como en periódicos como: Diario de GranadaIdeal de Granada, La Opinión de Granada y La Vanguardia de Barcelona.
(Fuente Wikipedia)